- Representantes de la Iglesia de los vicariatos de la Amazonía exhortan al pueblo ecuatoriano a proteger nuestra Casa Común y decir Laudato Sí a la vida.
- La verdadera riqueza del Yasuní está en la superficie, no en el subsuelo, por eso este 20 de agosto le decimos sí al Yasuní y al Chocó Andino.
Quito, 03 agosto del 2023.- El próximo 20 de agosto, los ecuatorianos estarán eligiendo presidente, asambleístas y votarán en la consulta popular por el Yasuní, pero también por la explotación minera del Chocó Andino. La Consulta Popular del Yasuní, es un hito histórico no solamente del Ecuador sino de todo el mundo, pues es la primera consulta popular a nivel nacional que nace de la ciudadanía; donde, se decidirá sobre el futuro del Yasuní, independientemente del gobernante de turno.
Los representantes de la Iglesia católica, hacen un llamado urgente a “renovar nuestra relación con nuestro planeta vivo y que aún los ecuatorianos podemos optar por el bien para decir SÍ a la consulta popular este 20 de agosto”, ejecutando la Rueda de Prensa por la Vida, en la que se realizó el lanzamiento de la campaña: “Laudato Sí a la vida”, que tiene el propósito de sensibilizar a los ecuatorianos sobre la importancia de impedir la destrucción del Chocó Andino por la minería, así como también evitar la explotación del bloque 43 en la reserva del Yasuní en la Amazonía.
El Yasuní es un parque nacional que se ubica entre las provincias de Orellana y Pastaza, en la región Amazónica del Ecuador. Es la zona más biodiversa del planeta, porque alberga la mayor diversidad de anfibios, aves, mamíferos, insectos y plantas por metro cuadrado, declarada en 1989 “Reserva de la biósfera” por la ONU. El Yasuní es el territorio ancestral de la nacionalidad Waorani y los pueblos indígenas en aislamiento (PIA). Los PIA son los últimos pueblos en aislamiento del país, conocidos como Tagaeri, Taromenane y Dugakaeri, quienes viven justamente en una parte del bloque 43 y por eso, continuar con la explotación petrolera podría significar su exterminio. Además, en el Yasuní también viven Kichwas, Shuar y mestizos.
En el caso del petróleo en el ITT, cada barril extraído del parque nacional, al quemarse, envía a la atmósfera 481 kg de dióxido de carbono y le cuesta al planeta entre 25 y 48 dólares (Agencia de Protección Ambiental EEUU).
Uno de los impactos indirectos del ingreso de petroleras al Yasuní ha sido el asentamiento alrededor de las carreteras, la deforestación y la cacería ilegal, afectando severamente las poblaciones de mamíferos como monos, cerdos de monte y otros animales.
La renta del ITT representa menos del 0.5% del Presupuesto General del Estado (PGE) 2023. Tanto ingenieros petroleros como geólogos, economistas y expertos en distintas ramas coinciden en que la explotación del Yasuní no es rentable.
Pedro Bermeo, vocero de Yasunidos, expresó “Ishpingo es el lugar en donde está la mayor parte de las reservas petroleras. También es el corazón del Yasuní y el territorio comprobado donde hay casas y chacras de pueblos aislados. Por lo tanto, estos pueblos tienen derecho a que se respete su territorio”, enfatizó que la explotación petrolera beneficia a las élites y a las transnacionales y no al Ecuador.
Solo en Ecuador, los desastres naturales como las inundaciones con el fenómeno del Niño en la costa, las sequías en la Sierra, los deslaves y aluviones a nivel nacional, son un claro ejemplo de cómo el cambio climático afecta a cientos de miles de familias.
Bajo este contexto, este 20 de agosto podemos elegir; seguir con más de 50 años de contaminación a causa de la explotación petrolera, de enfermedades, de agua contaminada y pobreza o elegir algo nuevo y escoger cuidar la naturaleza, la vida de los pueblos y cambiar el futuro del Ecuador.
Leonardo DiCaprio, remarca: “el 20 de agosto de 2023, el pueblo de Ecuador tiene una oportunidad histórica para salvaguardar una porción significativa de la selva tropical Yasuní, enfatizando que: “Ecuador podría convertirse en un ejemplo en la democratización de la política climática, ofreciendo a los votantes la oportunidad de votar no solo por el bosque, sino también por los derechos indígenas, nuestro clima y el bienestar de nuestro planeta”. Así lo hizo saber en su cuenta oficial de Instagram.
Representantes de la Iglesia de los vicariatos de la Amazonía.
La verdadera riqueza del Yasuní está en la superficie, no en el subsuelo.
Por eso este 20 de agosto le decimos sí al Yasuní
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