El reciclaje es clave para la sostenibilidad: ahorrar hasta 26.500 litros de agua por cada tonelada de papel mientras que reciclar 1 tonelada de plástico puede reducir el consumo de agua en 1.000 litros, son ejemplos del impacto positivo en nuestros recursos.
La grave crisis de agua que enfrentan provincias como Azuay, Tungurahua, Orellana y Carchi en Ecuador ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de adoptar prácticas sostenibles para preservar nuestros recursos naturales. La sequía prolongada, que ha afectado los caudales de los ríos y la producción agrícola, subraya la importancia del reciclaje como una herramienta efectiva para combatir la escasez de agua y la crisis ambiental.
En los últimos meses, Ecuador ha sido testigo de una de las sequías más severas en las últimas tres décadas, impactando el suministro de agua potable y la generación de energía hidroeléctrica. La disminución de caudales en ríos principales como el Tomebamba y el Napo ha tenido efectos adversos en sectores clave, exacerbando el precio de productos básicos y afectando la economía local.
“El reciclaje de 1 tonelada de papel puede ahorrar hasta 26.500 litros de agua, mientras que reciclar 1 tonelada de plástico puede reducir el consumo de agua en 1.000 litros. En un contexto donde Ecuador enfrenta una de las sequías más severas en 30 años, con provincias como Tungurahua y Carchi gravemente afectadas, cada esfuerzo por reciclar contribuye directamente a preservar nuestros recursos hídricos”, afirma María Fernanda Rumbea, Directora de Recicla Latam Ecuador.
Reciclar no solo disminuye la cantidad de desechos que terminan en vertederos, sino que también reduce la necesidad de extraer y procesar nuevos materiales, lo cual tiene un impacto significativo en la conservación del agua. Además, el reciclaje ayuda a reducir la contaminación del agua, protegiendo nuestros recursos hídricos y los ecosistemas que dependen de ellos.
Ante la escasez de agua que afecta a gran parte del país, es vital que todos los ecuatorianos adopten hábitos sostenibles como el reciclaje. Esta práctica no solo contribuye a la preservación de nuestros recursos hídricos, sino que también ayuda a mitigar el impacto del cambio climático.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la industria de la moda es responsable del 20 % del desperdicio total de agua a nivel global. Según un estudio realizado por la Universidad Politécnica de Cataluña, se estima que con solo un aumento del 10% en las ventas de ropa de segunda mano se podría ahorrar un 4% del agua utilizada en la producción textil. Este ahorro es crucial dado que la industria de la moda es la segunda que más agua consume a nivel mundial.
La fundación Recicla Latam ha demostrado que el reciclaje masivo puede tener un impacto significativo en el ahorro de agua. Como Fundación en lo que va del año se ha logrado reciclar 469 toneladas de plástico en Ecuador, con esta cifra se logró ahorrar aproximadamente 469.000 litros de agua. Esto se debe a la gran cantidad de materiales recolectados y reciclados, que han evitado la producción de nuevos insumos, y con ello, la demanda de agua para fabricar productos desde cero.
