Pautas para migrar de la informalidad laboral al trabajo digno

Del total de personas que trabajan en el Ecuador, el 54,2% se encuentra en el trabajo informal, mientras que el 42,5% están en el sector formal, es decir, más de la mitad de la población trabajan en unidades productivas de menos de 100 trabajadores, que no tienen Registro Único de Contribuyentes y por lo tanto, difícilmente reciben todos los beneficios de ley, de acuerdo a al último reporte del INEC.

Otro dato importante, dentro de este segmento, es que la mayoría son personas adultas de 65 años en adelante, que trabajan en el mercado informal ocupando el 79,2%, le sigue el 63,5% de población jóven, de 15 a 24 años, de ahí el 56,3% con personas entre 45 a 64 años; el 48,5% de 35 a 44 años y finalmente, el 40,3% de 25 a 34 años.

“La informalidad tiene consecuencias serias, tales como el incremento de la pobreza y la desigualdad social, bajos salarios, exclusión financiera, falta de seguridad y por ende, baja calidad de vida. Por otro lado, en términos de empresa, implica la contratación de mano de obra poco calificada, baja productividad en sus negocios, pérdida de ingresos tributarios y una fuerza laboral desmotivada, que no cumple sus objetivos”, resalta Sebastián Lima, experto en en manejo del talento humano y director Business Solutions de Adecco Ecuador.

¿Cómo migrar al trabajo formal?

A pesar de las dificultades, como la alta carga regulatoria que se mantiene para los empleos productivos, hacen que se vuelva más difícil y costoso mantenerse en la regularidad, sin embargo el cambio es posible, pero se necesita una sinergia de varios actores, principalmente entre el Gobierno y el sector privado.

A continuación, señalamos 5 puntos que deben tomar en cuenta las EMPRESAS para reducir la informalidad:

  1. Adaptar los empleos a las nuevas demandas laborales. La pandemia cambió la realidad de muchos empleos y los volcó a nuevas modalidades, como el trabajo remoto, por ello es muy importante que se regularice y se adapte una nueva jornada laboral en las empresas que pueden llevarlo a cabo, evaluando aspectos sobre seguridad y salud en el trabajo a distancia. Estas medidas pueden incentivar la contratación formal y generar más posibilidades de empleo.
  2. Fortalecer la fiscalización laboral: Es vital para los trabajadores contar con un sistema efectivo que detecte los casos de informalidad y supervise que se cumplan las normas laborales, siendo más rigurosos en las sanciones. También el uso de herramientas digitales para poner el servicio al alcance de los trabajadores.
  3. Otorgar incentivos y fijar metas claras: Con el fin de que se abarque una mayor cantidad de empresas que apuestan por la formalidad, se deberán otorgar mayores beneficios y apostar por una mayor inclusión en la diversificación de los modelos de negocio. “Descuentos, reconocimientos y premios para las empresas que cumplen con todos los requisitos del empleo formal puede ser varias de las alternativas”, menciona LIma.
  4. Incrementar la capacitación y productividad de los trabajadores: Las empresas necesitan programas de capacitación con enfoque sectorial para mejorar la inserción de empleos de calidad, el cual debería incluir capacitación en habilidades blandas y genéricas para los sectores con más demanda y productividad.
  5. Trabajar por la formalización de las empresas: Si no hay empresas formales, tampoco habrá empleos de calidad. Las empresas informales tienen muchos obstáculos que enfrentan a diario, como el acceder a un crédito bancario, ya que no se encuentran debidamente registradas y no cuentan con un respaldo seguro. A la vez, no proporcionan seguridad y derechos laborales. Las empresas que apuestan por la regularización se vuelven más accesibles en todo el sector productivo y obtienen mejores beneficios.

¿Qué puede hacer una persona para pasar del trabajo informal al formal?

De esta manera, los empleos formales beneficiarán a toda la población, desde el empresario o empleador hasta el trabajador o empleado, ya que no solo crean un ambiente propicio y seguro para quienes laboran y dan crecimiento a los negocios, sino que también contribuyen con la economía del país.

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