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Más de 50 años y aún aprendiendo: el aprendizaje continuo en auge

  • En el 2050 la población de adultos mayores se triplicará en Ecuador
  • Se estima que para el 2050 habrá 125 personas mayores de 60 años por cada 100 menores de 15 años
  • “La tendencia de «Long Life Learning» transforma el modelo educativo, abriendo un abanico de posibilidades de formación continua para el bienestar integral de mayores de 50 años”, afirma Carolina Badillo, directora del nuevo programa Adultos +50 años de EF Education First.

El aprendizaje continuo en personas mayores de 50 años constituye una tendencia en alza en Ecuador y en el mundo, conocida como «Long Life Learning» o aprendizaje a lo largo de la vida. Diversos factores impulsan esta tendencia, entre ellos el aumento de la esperanza de vida, el mayor reconocimiento de los beneficios del aprendizaje continuo para la salud y el bienestar, y la creciente disponibilidad de oportunidades educativas para adultos mayores.

“Las investigaciones muestran que sumergirse en el aprendizaje, adoptar nuevos entornos y forjar conexiones sociales sólidas desempeñan un papel crucial en la felicidad y el bienestar a lo largo de la vida. Aprendí dos idiomas a través de la inmersión y lo encontré transformador en el viaje de mi vida”, afirma Mukul Kumar, profesor en la Universidad de Harvard y Director de Innovación en Hult EF.

La población mundial de personas mayores está en rápido aumento. En Ecuador, este año 2024, hay un total de 17.9 millones de personas, de las cuales más de 6.728.503 tienen entre 30 y 64 años. Se estima que para el año 2030 la población total será de 18.815.492, con 1.895.527 personas mayores de 50 años, según datos del INEC.

“El «Long Life Learning» transforma el modelo educativo, abriendo un abanico de posibilidades de formación continua para el bienestar integral de mayores de 50 años. La ONU estima que la «Economía Plateada» representa 15 billones de dólares”, expresa Carolina Badillo, Directora del programa Adultos +50 años de EF Education First.

En algunos países con economías avanzadas y miembros de la OCDE como Japón, Estados Unidos, Finlandia y Noruega han avanzado desde hace varios años en la oferta de programas de aprendizaje para adultos mayores de 50 años. Por su parte en países emergentes como en Latinoamérica, se han adelantado Uruguay, Chile y México con una propuesta educativa.

Mantenerse activo física y mentalmente a través de actividades como estudiar, viajar o aprender idiomas es clave para un envejecimiento saludable. Expertos coinciden que, pasados los 45 o 50 años, aprender o estudiar tiene beneficios para prevenir la depresión, el deterioro cognitivo y fomentar el bienestar y aspectos sociales.

Beneficios

Estudios demuestran que el aprendizaje continuo mejora la memoria a corto plazo en un 50% (revista Neurology), reduce el riesgo de demencia en un 47% (revista The Lancet Neurology) y potencia la función ejecutiva en un 20%, que incluye habilidades como la planificación, la resolución de problemas y la toma de decisiones (revista Frontiers in Aging Neuroscience). Además, reduce el estrés, la ansiedad y mejora el estado de ánimo, autoestima, participación social y sentido de propósito.

Tipos de aprendizajes con mayor impacto

Los aprendizajes más beneficiosos son aquellos que son activos y desafiantes, como aprender nuevos idiomas, desarrollar habilidades digitales o participar en juegos mentales. Actividades creativas como la pintura o la escritura también mantienen la mente activa y fomentan la expresión personal. Además, los viajes de intercambio cultural, los grupos de aprendizaje y el voluntariado ofrecen interacción social, apoyo mutuo y nuevas perspectivas. La clave para un aprendizaje continuo exitoso radica en encontrar actividades significativas, relevantes y agradables para cada individuo.

«Aunque no podemos evitar el envejecimiento cerebral, hay opciones para ralentizar el deterioro cognitivo como aprender idiomas. Estudios muestran que al comparar cómo envejecen los cerebros monolingües o bilingües, el bilingüismo o multilingüismo está vinculado a una mejor función cerebral y cognitiva en los adultos mayores», asegura Carolina Badillo, directora del programa Adultos +50 años de EF Education First.

Básicamente, el aprendizaje es el mejor amigo de un cerebro sano. Dedicar tiempo a adquirir nuevas habilidades, estimula la neuro plasticidad del cerebro: la capacidad de crecer, cambiar, hacer nuevas conexiones y funcionar de una manera nueva.

 

 

 

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