Manuela Lavinas Picq es franco-brasileira. Se desempeña como profesora de Relaciones Internacionales en la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) y Senior Lecturer en Ciencia Política y Estudios de Mujeres, Género y Sexualidades en Amherst College.
Es autora de varios libros y artículos académicos, cronista para medios de comunicación como Al Jazeera y ha ocupado puestos de investigación en Freïe Universität, The Institute for Advanced Study y The Woodrow Wilson Center.
RESUMEN
Las mujeres indígenas son casi invisibles en la política mundial, imaginadas como sujetos pasivos al margen de los procesos de toma de decisión o la antítesis de las relaciones internacionales. Sin embargo, desde sus posiciones de marginalidad las mujeres indígenas se encuentran entre las fuerzas políticas que están remodelando los Estados en América Latina.
En Soberanías Vernáculas, Manuela Lavinas Picq muestra que las mujeres indígenas han sido históricamente actores políticos dinámicos que han moldeado las prácticas estatales con sus variadas formas de resistencia. Su investigación sobre Ecuador muestra que, aunque las mujeres kichwa se enfrentan a opresiones superpuestas que van desde la violencia socioeconómica a la sexual, están construyendo derechos únicos en el mundo. Durante la reforma constitucional de 2008 defendieron con éxito la participación de las mujeres en la administración de justicia indígena, creando la primera constitución de América Latina que garantiza explícitamente los derechos de las mujeres indígenas, y la primera en el mundo que exige la paridad de género en la administración de justicia.
Manuela ofrece estudios empíricos que demuestran la importancia de las mujeres indígenas en la política internacional y la sofisticación de su activismo. Las mujeres indígenas utilizan estratégicamente las normas internacionales para definir formas locales de autoridad legal, desafiando las prácticas occidentales de autoridad a medida que construyen lo que la autora denomina soberanías vernáculas. Esta obra interdisciplinar entrelaza las perspectivas feministas con los estudios indígenas para ampliar los debates conceptuales sobre la soberanía moderna.
Manuela sugiere de forma persuasiva que la invisibilidad de las mujeres indígenas en la alta política es más una consecuencia de la incapacidad a reconocer su fuerza que un resultado de su ausencia de facto. Este libro es una invitación no sólo a reconocer sus logros, sino también a comprender por qué son actoras importantes para la política mundial.