Las especies más gigantes de la Tierra llegan a Quito

Niños y grandes no dejamos de disfrutar de la historia que cuentan los gigantes prehistóricos que habitaron nuestro planeta hace más de 243 millones de años. El animal más antiguo conocido con características de dinosaurio es el Nyasasaurus parringtoni; mientras que los últimos dinosaurios se extinguieron hace alrededor de 65 millones de años Los dinosaurios están asociados con la fuerza, el poder y la ferocidad, conceptos que se acoplan muy bien con la fantasía, la magia y todo lo imposible, de ahí que sentimos gran curiosidad por investigar y profundizar sobre su paso por la Tierra.

¿Sabías que en Ecuador se descubrieron restos de una especie del período Cretácico? El trabajo científico titulado “The first dinosaur remains from the Cretaceous of Ecuador”, en 2018, evidenció que los restos encontrados en la provincia de Loja pertenecían a la especie Yamanasaurus lojaensis, ¡un dinosaurio! y el primero hallado en territorio nacional.

Europa y América del Norte son los continentes con mayores hallazgos de huesos fósiles, dientes, huellas y otras pruebas sólidas de estos reptiles. Entre los más famosos de la prehistoria están el Tiranousaurio Rex, triceratops y velociraptor que vivieron durante el período cretácico tardío; el estegosaurio y diplodocus son también los más reconocidos de la época jurásica.

Entre las mayores curiosidades de los dinosaurios destacan los brazos diminutos y grandes colas, en aquellos que caminaban en dos patas, para hacer contrapeso a sus cuerpos y curvaturas, impidiendo que se cayeran. Otro dato reciente es que muchas especies eran coloridas, a diferencia de lo que se creía. Gracias a los nuevos métodos de análisis, hoy en día se pueden detectar en los fósiles los melanosomas, que contienen la melanina responsable del color de los tejidos.

Si quieres saber más sobre estos animales que siguen vivos, a pesar de su extinción masiva, no puedes dejar de visitar la exposición “Viven Dinosaurios”, en el parqueadero del Centro Comercial El Recreo, al sur de Quito. Esta experiencia prehistórica permite a los visitantes de todas las edades retroceder al pasado e interactuar con ejemplares únicos de la época jurásica y cretácica que cuentan con sensores de movimiento, respiran y emiten sonidos, en tamaños que superan los 6 metros de altura.

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