Ecuador, septiembre 2024.- Diversas regiones del Ecuador han experimentado prolongados cortes de energía eléctrica como consecuencia del estiaje, un fenómeno que ha reducido los niveles de agua en las principales fuentes hidroeléctricas del país. Esta situación ha afectado severamente a las empresas, generando serios problemas en la continuidad de sus operaciones.
Las empresas se han visto obligadas a detener sus actividades productivas, ya que la falta de electricidad impide el uso de maquinaria, tecnología y equipos. Esto afecta especialmente a industrias manufactureras y procesadoras de alimentos, que dependen de procesos continuos de producción.
Los nuevos cortes de energía de largas horas no solo retrasan la producción, sino que además conllevan importantes pérdidas económicas debido a la baja productividad y, en muchos casos, a la pérdida de insumos y productos perecederos, como los alimentos. Además, el costo de implementar medidas de mitigación, como la compra de generadores de respaldo o el uso de combustible adicional, representa un gasto imprevisto para las empresas.
Pamela Pino, presidente de la AJE, afirma que «estamos consternados porque no hay acciones concretas por parte del Gobierno» Existe mucha incertidumbre respecto al sistema eléctrico, lo que tiene un impacto negativo en la economía de todos nuestros agremiados, quienes se han visto gravemente afectados. Además, estos cortes empeoran los problemas de inseguridad que ya venimos enfrentando. Exhortamos al Gobierno a tomar las medidas necesarias para mantener la producción del país en alto, evitando así mayores problemas económicos, sobre todo en un contexto en el que ya hemos atravesado diversas crisis económicas, políticas y energéticas».
Los cortes prolongados también han generado retrasos en la entrega de bienes y servicios, afectando tanto a los proveedores como a los clientes. La imposibilidad de cumplir con plazos establecidos daña la reputación de las empresas y afecta las relaciones comerciales.
Por otro lado, a nivel internacional, las empresas locales que dependen de exportaciones ven afectada su capacidad de cumplir con los tiempos de entrega acordados, reduciendo su competitividad en el mercado global. Así también, en algunos sectores, la imposibilidad de operar por cortes prolongados ha llevado a recortes de personal temporal y disminución de horas laborales, afectando directamente a los trabajadores y sus familias, así como la estabilidad del empleo en general.
Ante esta crisis, la AJE y sus miembros hacen un llamado urgente al Gobierno para implementar medidas efectivas que garanticen un suministro eléctrico estable y confiable a corto y largo plazo. La inversión en infraestructura energética y en fuentes de energía renovable es crucial para asegurar la estabilidad del sistema eléctrico y, por ende, la continuidad de la producción nacional.