KFC apuesta por la energía limpia y celebra más de una década cuidando al planeta

Desde hace más de una década, KFC ha venido trabajando en minimizar los impactos ambientales en sus locales, siendo pionero en la gestión ambiental y de residuos responsablemente.

Cada 22 de abril se celebra el Día de la Tierra, una fecha que busca generar conciencia sobre el impacto que tienen nuestras actividades cotidianas sobre el planeta, instando a todos a desarrollar iniciativas para cuidar el ambiente.

Reconociendo su importancia dentro del entorno de la comida rápida, KFC está comprometido con la responsabilidad social y ambiental, desarrollando acciones para minimizar la contaminación. Es por ello, que para lograr una mejor calidad de vida a las nuevas generaciones invirtió en proyectos que permiten el buen uso de los recursos naturales:

  1. Su planta fotovoltáica de autoconsumo, que provee de energía limpia a 13 locales en la ciudad de Quito en su primera etapa.
  2. Manejo del aceite quemado mediante gestores calificados que exportan el aceite vegetal quemado a Europa para convertirlo en biocombustible.
  3. Plantas de tratamiento de aguas residuales.
  4. Restaurantes modernos y sustentables.

Energía limpia y renovable

KFC cuenta con su propia planta fotovoltáica de autoconsumo con más de 2.500 paneles solares, situada en el sector de El Inga, al occidente de Quito. Estos paneles solares permiten proveer de energía limpia a 13 restaurantes, generando 2.3 MW/H (megavatio por hora), y reduciendo hasta 681 toneladas de CO2 al año, lo que equivale a plantar más de 40 mil árboles en los próximos 25 años.

Exportación a Europa de aceite vegetal quemado

Por más de 10 años, KFC junto a diferentes gestores calificados, gestiona el aceite vegetal usado en todos los locales a nivel nacional, y así transformarlo en materia prima de alta calidad para proveer a la industria de los biocarburantes, que utiliza estos aceites recuperados para la producción de combustible ecológico: el Biodiesel.

Esta gestión ha permitido que el aceite no sea arrojado por los lavaderos y desagües, a los terrenos, sifones o ríos, causando un grave perjuicio económico y ambiental. “Trabajamos con gestores calificados y aprobados por parte del Ministerio de Ambiente, los mismos que cuentan con licencias de recolección, transporte y disposición final del aceite. Esto lo hemos venido gestionando desde hace más de 10 años y trabajando con gestores que exportan a Europa desde hace más de 6 años”, explica Daniela Caicedo, Jefe de Gestión Ambiental y RSE del Grupo KFC.

Su primera planta de tratamiento de agua residuales

El Grupo KFC trabaja en conjunto con proveedores para construir plantas de tratamiento física adaptadas a la realidad de sus restaurantes y la cual los lleva a cumplir con parámetros de descarga conforme la normativa, mediante sistemas de separación mecánica de la grasa y oxidación de la materia orgánica.

Estas plantas se encuentran ubicadas en los locales de KFC. El principal tratamiento es la separación de la grasa como un inicio y luego la oxidación de la materia orgánica mediante la recirculación del agua por un sistema de oxidación.

Economía circular

Todos los locales de KFC a nivel nacional cuentan con sistemas físicos de gestión del agua, gestión de aire y en las ciudades más grandes la gestión de residuos orgánicos y reciclables. Los residuos orgánicos (orgánicos y trampas de grasa) se convierten en abono o compost, y los reciclables ingresan a sistemas de economía circular donde vuelven a ser parte de la materia prima.

Sus restaurantes caminan hacia la sustentabilidad.

Su local situado en la Plaza San Francisco en Quito es sustentable, ya que fue diseñado con tecnología de punta e invirtió en equipos de ventilación mecánica no invasiva, iluminación LED con sensores de movimiento, pantallas de menú digital de bajo consumo y llaves de agua con control de caudal que reducen el consumo en las operaciones diarias.

Para reducir significativamente las emisiones de dióxido de carbono generados en los procesos habituales del restaurante, se están usando gases refrigerantes no contaminantes, la correcta gestión de los residuos y del aceite vegetal quemado. Daniela Caicedo explica que están trabajando para que a futuro todos los restaurantes de KFC sean sustentables y tengan tecnología amigable con el ambiente.

El cuidado del planeta es responsabilidad de todos y Grupo KFC seguirá invirtiendo en acciones sustentables porque su propósito es servir más que comida, servir a nuestro ambiente.

 

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