El 25 de septiembre se celebra el ‘Día mundial del pulmón’. El objetivo de este día es sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de las enfermedades respiratorias. Por esta razón, las organizaciones de pacientes han trasladado a la ONU y a la OMS la importancia de la salud pulmonar en nuestra vida diaria, y el impacto que tienen estas enfermedades.
Las enfermedades respiratorias son un conjunto de dolencias que afectan parcial o totalmente el aparato respiratorio. Éstas pueden tener múltiples orígenes: desde infecciones y exposición al humo de tabaco, hasta la contaminación ambiental y reacciones alérgicas. Y, aunque no todas se pueden prevenir, adoptar medidas adecuadas puede reducir significativamente el riesgo de contagio y proteger la salud individual y colectiva.
Por ello, la clave es proteger el sistema respiratorio que cumple funciones vitales, tales como: suministrar oxígeno al cuerpo, eliminar dióxido de carbono y toxinas, así como regular la temperatura corporal y estabilizar la sangre.
De acuerdo con el Dr. Efraín Sánchez, neumólogo y director del Centro de Investigación Respiratoria (CIR), las enfermedades respiratorias pueden surgir por causas de infecciones, el tabaco, entre otros, que pueden ser leves y, en casos graves, mortales. “Las enfermedades respiratorias dependen de varios factores como virus, fumar cigarrillos, contaminación del aire, polvo y gases tóxicos”, recalca Sánchez.
Entre las enfermedades respiratorias crónicas más comunes están el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), las cuales afectan de manera prolongada al pulmón y las vías respiratorias, comprometiendo funciones esenciales.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 235 millones de personas padecen asma y 64 millones viven con EPOC en el mundo. Cada año, cerca de 4 millones de personas fallecen a causa de Enfermedad Renal Crónica, siendo la EPOC la principal causa de muerte.
Enfermedades respiratorias más comunes:
Asma: Esta afección estrecha e inflama las vías respiratorias, dificultando la respiración. No está claro por qué algunas personas desarrollan asma y otras no, aunque se sospecha que su aparición depende de factores tanto ambientales como genéticos. El asma no tiene cura, pero se puede controlar a nivel sintomático con medicina que sea prescrita por un especialista.
EPOC: Son un grupo de enfermedades que bloquean el flujo de aire y complican la respiración. La enfermedad pulmonar obstructiva crónica es progresiva y los signos clínicos no suelen hacerse evidentes hasta que el daño en los pulmones es considerable. Entre ellos, se incluyen sibilancias, falta de aire, opresión en el pecho, tos permanente con esputos, falta de energía y bajada de peso involuntaria. Los medicamentos deben ser prescritos por un neumólogo.
Tuberculosis: Es una de las enfermedades respiratorias más conocidas por su representación en la cultura general. La tuberculosis puede llegar a ser mortal y ha supuesto una causa de muerte global muy importante en el pasado, pero en la actualidad se puede tratar de forma efectiva.
Los síntomas principales de esta infección son los siguientes: tos intensa que dura 3 semanas o más, dolor en el pecho, esputos sanguinolentos, fatiga, falta de apetito, pérdida de peso, escalofríos, sudores nocturnos y más. El tratamiento de la tuberculosis es la combinación de los antibióticos que son recetados bajo prescripción médica.
Neumonía: Es un diagnóstico general que hace referencia a una infección que inflama los sacos aéreos de uno o ambos pulmones con acumulación de líquido y secreciones. La neumonía suele estar causada por bacterias, sobre todo la especie Streptococcus pneumoniae. También puede desencadenarse por la infección de ciertos virus, como el COVID-19, o algunos hongos capaces de instaurarse en los pulmones. El tratamiento depende del agente causal, aunque a veces se requiere hospitalización.
Cáncer de pulmón: El cáncer de pulmón es la causa principal de muertes relacionadas con el cáncer. La mayoría de los cánceres de pulmón son prevenibles. El inhalar sustancias pueden causar cáncer, tales como el humo del tabaco, puede llevar a cambios del tejido pulmonar inmediatamente luego de la exposición denominados cambios precancerosos. No obstante, el cáncer típicamente se desarrolla a lo largo de un periodo de varios años. Si se lo detecta lo suficientemente temprano, por lo general, se lo puede tratar exitosamente.
El tratamiento seleccionado dependerá de varios factores como el tipo de cáncer, el estadio de la enfermedad, entre otros.
Aunque estas dolencias no se pueden prevenir totalmente, algunas medidas pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar problemas respiratorios como evitar el humo del tabaco, vacunarse, lavarse las manos regularmente y usar mascarilla quirúrgica si está en exposición a polvo, vapores o gases tóxicos.
“Las enfermedades respiratorias tienen muchas causas, pero la mayoría se derivan de dos factores concretos: infecciones virales y consumo de tabaco. Aunque no podemos controlar todos los agentes desencadenantes, no fumar es una de las decisiones más efectivas para prevenir tanto problemas respiratorios como otras enfermedades”, enfatiza el doctor Sánchez.
Es crucial recordar que las enfermedades respiratorias deben ser tratadas por un neumólogo, especialista capacitado para manejar cualquier afección del aparato respiratorio. En CIR se cuenta con la mejor tecnología del país y Latinoamérica, y con expertos de alto nivel.