Autocuidado: un medio para que las personas se empoderen de su salud y alivien la presión sobre el sistema de salud

Quito, 24 de julio.- Promover el autocuidado es una estrategia clave para extender el acceso a la salud en la población, ya que empodera a las personas en el cuidado de su propia salud, reduce la pérdida de productividad y genera ahorros al Sistema de Salud al minimizar atención de condiciones que no son graves. En conmemoración del Día Internacional del Autocuidado, que se celebra cada 24 de julio, se destaca la relevancia de integrar el autocuidado en las políticas y estrategias dirigidas a alcanzar la cobertura universal de salud y a la lucha contra las enfermedades no transmisibles (ENT) como las cardiovasculares, las respiratorias crónicas, el cáncer, la diabetes y la obesidad.

Estos cuatro grupos de enfermedades son responsables de más del 80% de todas las muertes prematuras por ENT. 41 millones de personas mueren cada año por ENT, lo que equivale al 71% de las muertes que se producen en el mundo. En nuestra Región, llegan a 5,5 millones las muertes anuales por ENT. Los factores de riesgo conductuales modificables como el consumo de tabaco, la inactividad física, el uso nocivo del alcohol y las dietas malsanas aumentan el riesgo de morir a causa de estas enfermedades.

El Día Internacional del Autocuidado, instaurado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), busca promover el empoderamiento y la autonomía de las personas en la gestión de su bienestar, fomentando prácticas que contribuyan a una vida saludable. El cuidarse a uno y una mismos es una parte fundamental de la salud, tan importante como la atención sanitaria profesional, ya que ayuda a prevenir enfermedades y mejorar el bienestar físico y emocional de las personas, al tiempo que contribuye al uso adecuado de los servicios de salud.

Evitar enfermedades graves mediante la prevención y el diagnóstico temprano reduce significativamente los costos asociados con atención y tratamientos complejos, permitiendo una mayor eficiencia y sostenibilidad financiera del sistema de salud. Esto es especialmente relevante en tiempos donde la presión sobre los recursos sanitarios es alta.

De acuerdo a información de la Federación Global de Autocuidado (GSCF, por sus siglas en inglés), a nivel mundial, el autocuidado ha demostrado ahorrar a los sistemas de salud alrededor de USD119 mil millones. A partir de la pandemia de COVID-19, se puso en evidencia que la práctica del autocuidado seguro y responsable desempeña un papel vital en salvaguardar la salud pública, garantizar sistemas de salud eficientes, mantener fuerte y estable la economía nacional, y proporcionar una mejor calidad de vida a las personas. De igual manera, se calcula que las acciones de autocuidado permiten anualmente el ahorro de 40.8 mil millones de días productivos y 1.8 mil millones de horas de citas médicas.

Álvaro Maldonado, Presidente Ejecutivo de la Industria Farmacéutica de Investigación (IFI), asociación que agrupa en Ecuador a las empresas que lideran en el mundo la investigación y  desarrollo farmacéuticos, enfatiza en “la necesidad de entender el autocuidado como un recurso clave de salud pública y de empoderar a las personas en el cuidado efectivo de su propia salud, a través de prácticas y hábitos saludables para prevención de enfermedades y la gestión de condiciones de salud existentes; al igual que en el uso responsable de medicamentos, diagnósticos y herramientas digitales, para lo cual la alfabetización en salud es fundamental”.

La elección de estilos de vida adecuados que promueve el autocuidado, puede reducir la mortalidad y la morbilidad por abuso de alcohol, sustancias y tabaco. La actividad física regular es una forma de cuidado personal que puede evitar aproximadamente 3,9 millones de muertes prematuras cada año.

Adicionalmente, las intervenciones de autocuidado pueden incluir medicamentos, dispositivos, diagnósticos y herramientas digitales: los condones masculinos y femeninos son intervenciones de autocuidado muy eficaces para prevenir embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH. El autocontrol de la glucosa en la sangre es una parte fundamental del control de la diabetes; y el autocontrol de la presión arterial es una intervención eficaz para el control de la hipertensión.

Así, el autocuidado no reemplaza a los servicios de salud, sino que los potencia, formando parte de un enfoque holístico que contribuye a extender el acceso a salud, marcando una gran diferencia en la calidad de vida de las personas y las sociedades. En este Día Internacional del Autocuidado, hacemos un llamado a los actores de salud públicos y privados a fortalecer la promoción del autocuidado y la alfabetización en salud de la población, contribuyendo así a aumentar las competencias y la confianza de los pacientes en la gestión de su propia salud y bienestar, al tiempo que se impulsa la reducción del preocupante aumento de las ENT y se reduce la presión sobre el sistema de salud”, manifiesta Maldonado.

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