- La armonización orofacial trata de resaltar rasgos y de rejuvenecimiento de rostro, por lo general con diferentes productos, posterior a un análisis facial detallado de una experta.
- Son un conjunto de procedimientos diseñados para realzar la belleza y facciones de cada persona, dando armonía al rostro de una manera natural. Es como un pincelazo de juventud sin necesidad de procedimientos quirúrgicos.
La armonización orofacial es una tendencia en constante crecimiento en todo el mundo, y Ecuador no es la excepción. Esta especialidad que nació en EEUU y Brasil en 2019 está ganando espacio en nuestro país. Uno de los nombres que destaca en esta revolución de belleza y rejuvenecimiento facial es la Dra. Andrea Balarezo. Una de las pioneras en realizar estudios relacionados a la armonización orofacial en Ecuador, su compromiso con esta especialidad la han llevado a la vanguardia de este campo en nuestro país.
Hay muchas técnicas que se derivan de estos procedimientos, tales como: labios voluminosos, proyección de mentón y pómulos, contorno de mandíbula, nariz y los distintos ángulos de la cara que permiten personalizar el tratamiento, con técnicas mínimamente invasivas y sin cirugías que se logra con el ácido hialurónico.
“La armonización orofacial, puede resaltar rasgos y rejuvenecer el rostro con la colocación de bótox para atenuar arrugas, bioestimuladores e hilos tensores para tratar flacidez y un ligero lifting facial, y además con ácido hialurónico devolver el volumen que se ha perdido o rellenar lugares específicos como: labios, nariz, mentón o perfilar el rostro”, sostiene.
Como especialista en rehabilitación oral y armonización orofacial, la Dra. Andrea Balarezo ha marcado la diferencia en que los ecuatorianos perciben los procedimientos de armonización facial. A través de su trabajo ha educado y empoderado a sus pacientes, destacando los beneficios de realzar la belleza natural y atenuar los efectos del envejecimiento.
El impacto de la armonización orofacial no se limita a los procedimientos en sí, sino que se extiende a la autoestima y el bienestar de las personas. Esta especialidad ha dado lugar a una comunidad más segura y confiada en sí misma.
“Lo que hago tiene un impacto directo en la autoestima de las personas; mejora su apariencia, y eso se ve en la consulta de evaluación, cuando regresan al consultorio a ver el progreso del tratamiento: las personas se sienten más seguros, y hay a quienes empiezan a tener más confianza en sí mismos”.