Analgésicos y antiiflamatorios, aliados en el control del dolor

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce el uso de analgésicos y antiinflamatorios como alternativas efectivas para el tratamiento del dolor leve o moderado, considerado la causa más frecuente de consulta médica.

La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP, por sus siglas en inglés), define el dolor como una experiencia sensitiva y emocional desagradable asociada a daño tisular real o potencial.

Ecuador, abril 2024. Los antiinflamatorios son medicamentos utilizados para reducir la inflamación, el dolor y la fiebre. Se dividen principalmente en dos categorías: antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y los corticosteroides. 

Los AINEs actualmente son uno de los grupos farmacológicos más prescritos y de mayor consumo en el mundo, esto se debe a que muchos de estos se comercializan sin necesidad de receta médica y por sus múltiples beneficios, se utilizan para  el alivio al dolor de cabeza, menstrual, muscular, espalda, artrítico; reducción de inflamaciones en condiciones agudas o crónicas agudizadas como en artritis reumatoide, osteoartritis, gota, espondilitis anquilosante; controlar fiebres y en casos específicos a dosis bajas hasta la prevención de eventos isquémicos cardiovasculares y cerebrovasculares.[1]

Los antiinflamatorios esteroides, también conocidos como corticosteroides, son una clase de medicamentos que se utilizan para reducir la inflamación en el cuerpo. A diferencia de los AINE, que actúan bloqueando la producción de prostaglandinas, los corticosteroides funcionan al limitar las hormonas naturales producidas por las glándulas suprarrenales. [2]

Si bien es cierto que el uso en exceso de cualquier medicamento antiinflamatorio puede generar consecuencias graves en la salud, provocando daño gastrointestinal, insuficiencia renal, aumento del riesgo cardiovascular entre otros, cabe destacar que el conocimiento de sus beneficios y el uso correcto de los mismos también los convierten en opciones muy accesibles para aliviar dolores leves y moderados que son comunes. [3]

El naproxeno es una de las moléculas que pertenece al grupo de los analgésicos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), los cuales bloquean la producción de unas sustancias llamadas prostaglandinas, que tienen un papel importante en los procesos de dolor, fiebre e inflamación[4].

Actualmente se está lanzando en Ecuador una nueva opción con naproxeno sódico, que es APRONAX ® PRO 660mg, el cual brinda un alivio prolongado del dolor hasta por 24 horas con una sola tableta, gracias a su tecnología BI CAPA, donde la primera capa actúa de forma inmediata aliviando el dolor y la segunda capa permite un alivio prolongado de dolores de espalda, cuello, dolor muscular, cólicos menstruales y dolores dentales entre otros. [5]

En este sentido la elección de un AINE debe ser rigurosa, basándonos en su calidad, seguridad y eficacia y APRONAX ® PRO 660mg al cumplir los parámetros antes mencionados se convierte en un potente analgésico y antiinflamatorio que actúa a los 15 minutos de administrarse por vía oral, siendo seguro y bien tolerado vs otros AINES.

Este analgésico al ser parte del grupo de AINEs es capaz de aliviar una variedad de condiciones que causan dolor e inflamación, es por ello que tiene una gran aceptación por parte de la comunidad ya que brinda soluciones avanzadas a las diferentes dolencias. Además, es importante recordar que la automedicación responsable puede ser de gran ayuda en el tratamiento del dolor” fueron las palabras de la Dr. Melissa Kallmann, médico de Bayer.

Este fármaco está indicado en adultos de 18 a 65 años, ya que contiene como principio activo naproxeno sódico y su presentación es en tabletas, por lo cual se recomienda no administrar el medicamento a niños o adolescentes menores de edad.

[1] Oscanoa-Espinoza, T. J. (2015). Temas de actualidad. Seguridad de los antiinflamatorios no esteroideos. Disponible en: http://137.184.230.111:8080/bitstream/62000/4321/1/NUMERO%202_11.pdf.

[2] Vladislavovna Doubova, S., Torres Arreola, L. D. P., & Reyes Morales, H. (2006). Analgésicos antiinflamatorios no esteroideos en la terapia del dolor. Orientación para su uso en el primer nivel de atención. Disponible en: http://137.184.230.111:8080/bitstream/62000/1576/1/11.pdf

[3] Sánchez Serrano, J. L. (2016). Riesgo cardiovascular asociado al consumo de antiinflamatorios no esteroideos. Disponible es https://digibug.ugr.es/handle/10481/44015

[4] American College of Rheumatology. Fármacos Antiinflamatorios No Esteroides (AINE). ¿Cómo actúan. Consultado el 17/06/17. Disponible en: https://www.rheumatology.org/I-Am-A/Patient-Caregiver/Tratamientos/AINEs

[5] Bujedo, B. M., Bizueta, I. T., Santos, S. G., & Garde, R. A. (2007). Estrategias para el abordaje multimodal del dolor y de la recuperación postoperatoria. Rev. Esp. Anestesiol. Reanim54(1), 29-40. Disponible en: http://137.184.230.111:8080/bitstream/62000/1576/1/11.pdf

 

 

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